
"Tenía la idea de que al poner nombre a los problemas, éstos se materializaban y ya no es posible ignorarlos; en cambio, si se mantienen en el limbo de las palabras no dichas, pueden desaparecer solos, con el transcurso del tiempo."La casa de los espíritus. Isabel Allende.
Mientras escuchaba levemente las conversaciones de sus padres con el prestigioso abogado que solucionaría su caso de violación, Iria comenzó a tramar un plan. Uno de esas típicas ideas que salen de las películas americanas y que carecen de coherencia o, simplemente, de sentido. Pensó algo semejante a "joder al novio de una amiga" o convertirse en amiga del alma de una de esas zorritas que tienen sus bragas en los pies, para así más tarde ridiculizarlas, hundirles unas cuantas dagas en su espalda. Continuó reflexionando y llegó a la estricta conclusión de que todo aquello era demasiado parecido a la realidad, que no merecía la pena seguir fantaseando con tanta maldad. Mejor experimentarla, vivirla detrás de un muro de marginación y discrección. Sin embargo, su enemistad e irritación no disminuían ya que en cuanto había un vestigio de que algo así podría ocurrir, al segundo circulaba por su mente una misma frase: "Corres peligro de convertirte en una buena persona."
1 comentario:
y me pregunto yo...existen las buenas personas?
muchos disfraces son lo que hay..
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