2/7/07

Me gusta el olor de las migas de pan. Sin embargo, huelo mal. Huelo a ti.


Insisto: defíneme "sentir."

Pero... pero... hablemos de fingir y de aparentar. Sí, esas cosas que están de moda y que por nada del mundo dejaréis de hacer. ¡Benditos ilusos!


Esos momentos que tanto necesitamos y que se sienten tan lejos. Esos estúpidos pronósticos que nunca se cumplen o que, si lo hacen, no se asemejan en absoluto a cómo los habíamos pensado.
Hacía un rato que todo se encontraba tal y como ella lo había deseado. Calma. Iria aseguraba que no podía encontrarse en la real y estúpida realidad, que esa situación verdaderamente era una auténtica farsa. Deseaba, clamaba por un minuto en pura armonía y silencio. Deseaba, clamaba por marcharse silenciosamente en silencio como una persona callada y reservada, como alguien aparte del mundo; sin miradas de complicidad o de extrañeza, sin fingir o aguantar palabras fingidas. Deseaba, clamaba por un mínimo de atención, atención inteligente, de niños adultos. Sin rencores y recuerdos.
Esas situaciones imposibles que tanto necesitamos...


Respira.

2 comentarios:

Unknown dijo...

mentiras?entonces...para que firmar?


juguemos a ser niños adultos

Hada dijo...

Porque las mentiras son necesarias y porque nada es seguro.