26/4/08

Risa muda.

Le contaba todo esto muy despacio, con la lentitud minuciosa que en ocasiones proporciona el hachís, introduciendo la punta del estilo verbal en cada una de las rarezas de aquella infancia de mierda, para no dejar nada por saquear, nada por recordar, nada por hurgar.

Juan José Millas - El mundo.

Había querido escribir "fotografía" y sus dedos teclearon "a saber." Cogió su abrigo, su bufanda, sus gafas de sol y sus pestañas; luego se despidió hasta más ver. Hasta siempre.

Imagen: lo único que queda por hurgar es la incertidumbre de escasas cosas.

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