Aquél que dijo: "Más vale tener suerte que talento" conocía la esencia de la vida.
La gente tiene miedo a reconocer que la mayor parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control.
En un partido hay momentos en que la pelota golpea el borde de la red y, durante una fracción de segundo, puede seguir hacia delante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue hacia delante y ganas; o no lo hace y pierdes.
Match Point.
Sabemos inundar las conciencias, sabemos rellenar huecos de apariencia. Sabemos acomplejar las virtudes. Sabemos recaer en los errores. Sabemos barrer las imperfecciones y sabemos que puede haber gente que percibe todo ello, que se da cuenta de lo que hacemos, que capta las intenciones ocultas que ni siquiera nosotros conocemos. Es una bonita canción.
Hay personas que conocen el interior más de lo que uno mismo puede intuir. Esas personas podrían contradecirnos en cualquier momento y desbaratar el mundo que habíamos creado con la intención de ser cierta persona. Son personas con aptitudes especiales que no deberíamos dejar escapar porque, al mismo tiempo que se encargan de complicarnos el día a día, serían capaces de ayudarnos a toda costa.
... pero son personas que no consiguen nada porque nadie les permite exponer argumentos, hablar sin tapujos. Cuando algo nos asusta o simplemente nos disgusta, lo despedazamos.
Nunca seremos eternos luchadores.
Imagen: beggar.
5/4/08
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3 comentarios:
wow.. me encanta el último parrafo!
"... pero son personas que no consiguen nada porque nadie les permite exponer argumentos, hablar sin tapujos. Cuando algo nos asusta o simplemente nos disgusta, lo despedazamos."
¡Cómo mola el verbo encantar!
Match Point, gran película.
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