Continuemos.

Defíneme "sentir."




Quería, deseaba dar un simple paseo por toda la calle y observar las caras de extrañeza de las demás personas. Sí. Estaba bien, se había recuperado por completo y tenía más ánimos y ganas de vivir que nunca. O quizá no... El dolor siempre perduraría puesto que muy pocas personas experimentan esa situación, pero ya todo le era indiferente. No había ningún motivo para echarse atrás, para no vivir lo vivido y sufrir lo sufrido. ¿Por qué perder los malos sentimientos? Hace un par de días, comenzó a pensar en el tópico de "sufrir nos hace más fuertes." Sin embargo, le resultaba imposible no esbozar pequeñas sonrisitas cargadas de ironía y... malicia. Bobadas y subnormalidades. Así era capaz de definir tale comportamientos. ¿Por qué no hablar de venganza, de egoísmo, de desfachatez? ¿Por qué ser una chica ejemplar entre tanta falsedad e hipocresía? ¿Por qué esperar? ¿Por qué disponer de las cosas ya hechas?
La paciencia es una virtud insana y el tiempo un mal incurable. No hay tiempo, no hay paciencia y la vida transcurre. ¿Cuál es el modo correcto de enfrentarse a un acontecimiento así?

"Por fin toca bajar al infierno" , pensó. Y así, de una vez por todas, salió a la calle, se afiló los dientes y pudo ser quien realmente era.

¡Eh! Invítame a un viaje por el inframundo. Si quieres, quemamos el Sol.