9/5/07

Mira.


¿Quién dice que tenemos que vivir bien? Tú no quieres vivir bien, sólo sabes hacer lo que, desgraciadamente, ves. Crees en un Dios(a) porque desde pequeño te han dicho que debes, estudias porque supuestamente es lo mejor para ti, te comportas como una buena persona porque supuestamente no debes dañar a nadie si no quieres que ese "nadie" se comporte mal contigo.
Sin embargo, a tu alrededor no observas eso. Diversidad de opiniones, distintas formas de ser, de hablar, de vestir, de creer... Pero, no todo lo que ves es cierto. Puede ser o no ser. Pueden engañarte. Pueden hacerte pensar cosas que realmente son una farsa. Disfraces con caretas es lo único que existe. ¿Y ahora, qué? Dímelo tú...



Por fin logró acomodarse sobre la cama y mantener conversación tanto con médicos como con peculiares conocidos que se dignaban a visitarla. No estaba sola pero deseaba estarlo. Debía aguantar las quejas, las miradas compasivas y el olor a amargura que desprendía su camisón. Pese a todo ello, confiaba en salir de allí pronto y empezar una nueva mentalidad junto a sí misma, pues ahora poseía una capacidad para percibir la realidad indiscutiblemente distinta que la de antaño. Tantos años sin ver resultaban difíciles de olvidar. Su infancia, sus días en el colegio, en el instituto, se encontraban tremendamente lejos para ella; más de lo que deberían estar. Triste era el hecho de vivir una desgracia para lograr comprender su vida y para reflexionar con coherencia sin que ningún trocito de ignorancia penetrara en su piel. Sin embargo, sentada en la cama, a punto de posar su pie en el frío suelo, no fue capaz de evitar sonreir. ¿Quién dice que eso no es alegría?

2 comentarios:

Marcos FJ dijo...

¿y qué demonios haces estudiando el bachiller de la salud con esta -arrolladora- capacidad para la escritura?

Desgarrador.

Unknown dijo...

Ciegos estamos la mayoría de seres humanos con respecto al mundo, a la vida..Y no somos capaces de quitarnos esa venda que nos impide ver un poco más allá. Claro que no es facil y entonces pensamos: ¿merecerá la pena quitarnos esa venda y ver as cosas tal y como son?Para que complicarnos, engañémonos, no vaya a ser que lo que veamos después no nos guste.


[impresionante]