Para algo sirven los candados.

Algún día iré al inframundo o... al cielo y patearé el culo de cualquier ser viviente que se crea mejor que yo. ¿Omnipotente? Sí, gracias. Lo soy.


"En sus sueños pensaba vivir en un anuncio de compresas. Le encantaba el rosa y vestirse como una fulana y lo cierto es que se sentía cómoda en su mundo aparte; fuera de la realidad y sin apenas cordura. Algún día sabía que debía crecer y aceptar las malas circunstancias pero, por ahora, era una niña, una niña que no sabía muy bien por qué se encontraba en aquel extraño lugar llamado inconsciente, con esa luz vaporosa y aquel destello al fondo que le impedía ver con claridad. Esa situación le proporcionaba un resquicio de relajación, aún más de la que ya poseía. Ahora Iria se sentía más segura pese a que no conocía ningún rincón del panorama, pese a que sabía que aquello no era verdad ni llegaría a ser duradero."


Para algo sirven los candados... Cerrar y abrir, cerrar y abrir, cerrar y abrir... Puedes hacer esas dos acciones en cualquier lugar en el que quieras estar, cuando quieras... o cuando tu mente te lo permita.